Leyenda ¿Quièn dio golpes en el agua?

Esa es una pregunta que me hice personalmente despues de lo que me ocurriò hace muchos  años en la Colonia Loarque. Es la primera y unica vez que me han asustado y por ese motivo habia dejado de escribir cuestiones de misterio, sin embargo poco a poco me fui dando cuenta de casos que ameritaban ser escritos para conocimiento del pùblico

En aquellos años me gustaba ir de pesca a cualquier lugar del pais, asi conocì muchos rìos y pozas famosas, algunas de ellas supuestamente embrujadas. Tuve un compadre muy conocido en las filas del partido nacional, se llamaba Heriberto Gòmez, sobrino del Ex-presidente de onduras Ramò Ernesto Cruz. Heri como le llamàbamos cariñosamente- tambien era aficionado a la pesca y algunos fines de semana cuando llegaba el invierno pescàbamos en las fuertes corrientes que bajaban por el rio grande o Choluteca que pasa por Cantarranas.

El invierno dejaba enlos rìos fuertes corrientes que arrastraban guapotes y sàbados, los peces que brincaban con alegria que iban a parar a los sartenes bien fritos. Durante el verano viajàbamos por Olancho, La Paz, Comayagua, Santa Bàrbara y otros lugares donde sabiamos que habia buena pesca, incluyendo el Lago de Yojoa cuando estaba libre de contaminacion. Cuando no saliamos de la ciudad pescàbamos n el rìo que pasa por la colonia Loarque, debajo de la Iglesia en un barranco donde esta ubicada La Poza de La Campana.

La Poza de la camapana... porquè lleva ese nombre? Mucha gente conoce dicha poza pero no sabe el origen de su nombre. Aconteciò que un sacerdote muy conocido iba con direccion al sur del pais y llevaba varias mulas cargadas de objetos religiosos para inaugurar una pequeña iglesia, en aquel tiempo no hbia buneas carreteras y se utilizaban los atajos para ahorrar tiempo y camino, uno de esos atajos estaba en Loarque, cruzando el rìo. El sacerdote llevaba una campana sobre una de las mulas y cuando atravesaba el rìo, repentinamente subpio el caudal de las aguas porque estaba lloviendo en la cabecera, los animales junto con su dueño fueron arrastrados por la turbulencua y murieron ahogados. El cuerpo del sacerdote fue rescatado y algunos objetos, menos la campana, desde entonces a esa poza se le bautizò como  La Poza de la campana.

A esa poza acudian decenas de bañistas, muchos de los cuales perecieron en esas tranquilas y traicioneras aguas. La gente decia que ahi habia un remolino que ''se tragaba a la gente'' , otros decia que el espiritu del padre castigaba a quienes entraban en esas aguas para que no se llevaran la campana. La verdad es que ese calcula que en '' La Campana'' murieron ahogados mas de 150 personas, como testimonio, en la orilla de la misma habia decenas de cruces de madera con los nombres de los fallecidos, cruces que se colocan cuando los familiares llegan a la poza a ''levantar el espiritu'', rito que ya expliquè en uno de mis libros de Cuentos y Leyendas de Honduras.

Con Heri soliamos ir de pesca en horas de la noche, nos recostàbamos a veces en las cruces esperando que los Guapotes picaran. Ninguno sentia miedo, todo estaba en nuestra mente, lo que nos interesa era sacar una buena pieza de aquellas transparentes aguas, no habia contaminacion, no habia fabricas ni nada que ensuciara la poza. Generalmente llegàbamos a las once de la noche a pescar y dejabamos de hacerlo  a la una o dos de la madrugada.

 Cuando Heriberto era funcionario del Consejo del Distrito Central me llamò por telefono y  ''Jorge... esperame a klas once en la poza vamos a llegar con ''cancelado'', no me vayas a fallar '' , le contestè que lo esperaria con la carnada lista. '' cancelado'', era el apodo que le habian puesto a uno de sus amigos, se decia que habia matado a varias personas, que las habia ''cancelado'', todo lo decian en son de broma. Me fuì pues a las once de la noche a la poza, coloquè una babuchas en el anzuelo y rapidamente picaron, saquè uno, dos, tres y cuando llevaba cinco guapotes grandes, los metì en un cordòn utilizando sus agallas y los coloquè en el rio debidamente amarrados. Faltaban 10 minutos para las doce de la noche y Heriberto no llegaba, me parecio escuchar que alguien aporreaba ropa en la parte alta del rìo, donde actualmente existen las instalaciones de una marmoleria. Los golpes en el agua eran fuertes y con  el silencio de la noche aumentaba el sonido. Yo estaba con el cordel en la mano parado en la orilla cuando repentinamente un fuerte golpe en el agua me sacò de mis pensamientos, senti que el agua me mojò, ahi no habia nadie, unicamente el ruido de las ranas y las blancas cruces que rodeaban la poza. Poco a poco recogi el cordel y saque los pescados, me fuì caminando ahcia atras despacio y asi pude salir del lugar. Llegue a mi casa, metì los pescados en el freezer y guarde silencio durante mucho tiempo.  Finalmente llegue a la conclusion de que me habian asustado Pero sigue la pregunta e quièn diò aquel golpe en el agua?.. Misteriosos verdad, pero muy cierto, a mi me sucediò